Disección de un caballo, grabado del Cours d´Hippiatrique, ou traité complet de la médicine des chevaux, Philippe-Étienne Lafosse, París 1.772

martes, 2 de marzo de 2010

Paleolítico





El Paleolítico es un término cultural, no geológico, y corresponde a una etapa de la prehistoria caracterizada por el uso de útiles de piedra tallada, aunque también se usaran otras materias primas para diversos utensilios (huesos, astas, madera, fibras vegetales, pieles,…). La talla sistemática de la piedra para obtener instrumentos parece haber sido una de las claves de la capacidad de nuestro género para ocupar medioambientes muy diversos y para acceder a nuevos recursos, por lo que merece la pena que los huesos cedan por un momento el protagonismo a las piedras. Los humanos no somos los únicos animales que utilizamos instrumentos, sin embargo, en estos casos el instrumento está ya prefigurado en la naturaleza y no es necesario hacer un gran esfuerzo para representarse mentalmente el objeto final a obtener. Los humanos son los únicos primates que realmente producen instrumentos a partir de una forma que sólo existe en su cabeza y que ellos “imponen” a la piedra.

El Paleolítico es el periodo más largo de la historia del ser humano (de hecho abarca el 99% de la misma), se extiende desde hace 2,5 millones de años (en África) hasta hace unos 10.000 años, etimológicamente significa Edad Antigua de la Piedra, por oposición al Neolítico (Edad Moderna de la Piedra), constituyendo juntos lo que se denomina Edad de Piedra (en oposición a la Edad de los Metales: del Cobre ó Calcolítico, del Bronce, y, finalmente, del Hierro). El comienzo del Paleolítico no es fijo en el tiempo, pues siempre que aparece un resto nuevo anterior a la fecha más remota registrada éste se modifica, y su fin es relativo, pues en cada región del mundo las cosas han tenido su ritmo propio, así una cultura podía estar en el paleolítico Superior y otra en el Calcolítico, por lo que las fechas que se dan son siempre aproximadas. Al Paleolítico se le añade un periodo Terminal llamado Epipaleolítico, y, por último, una etapa siguiente a éste y anterior al Neolítico que es el Mesolítico. Tradicionalmente el Paleolítico se ha dividido en fases que distinguen etapas en la talla de la piedra:

Comienza con la presencia de seres humanos en la Tierra, al final del Plioceno de la era Terciaria (hace unos 2,5 millones de años). El lugar de aparición es el África oriental y meridional y predomina la Cultura de los Cantos Tallados, más conocida por los apelativos anglosajones: Pebble Cultura ó Olduvayense (nombre derivado del desfiladero de Olduvai). El Olduvayense o Modo I es una industria datada entre 2 y 1,5 millones de años, aunque su comienzo puede haber sido más antiguo, consiste en núcleos de piedra tallados (chopper) y lascas desprendidas sin apenas retoque, que constituyen verdaderos útiles cortantes, así se obtenía unos 10 centímetros de filo cortante por cada kilogramo de roca, el proceso de fabricación de estos instrumentos requiere secuencias de pocos golpes, también utilizaban cantos y rocas sin modificar, a modo de martillos y yunques. Estos sencillos instrumentos de piedra proporcionarían a sus fabricantes algo de lo que, a causa de la reducción de caninos, carecían: un filo cortante. Es la industria más antigua conocida y continúa con el Olduvayense-evolucionado consistente en que los útiles ya presentan una talla bifacial (chopping tools) que semejan a los de la siguiente etapa (el Achelense).

- Paleolítico Inferior:

La industria se disemina con las migraciones de humanos, a través de la actual Palestina hacia Eurasia, y a través del actual Djebouti hacia el Yemen, en esta época, debido a las glaciaciones el nivel del mar era inferior al actual, por lo que el Mar Rojo era fácil de atravesar; surgen nuevas especies del género Homo, tienen lugar los grandes cambios climáticos que llevaran a las glaciaciones que nos forjaran en lo que somos ahora, es el momento del Achelense o Modo II, una industria de origen africano que aparece posteriormente en Europa, el elemento más característico es el denominado bifaz, que va evolucionando hacia formas cada vez más reducidas, simétricas y estandarizadas, permite obtener hasta 40 centímetros de filo por kilogramo de roca, para ello se necesitan entre 25 y 70 golpes, estos instrumentos muestran una gran estandarización en su confección y requieren una larga secuencia de gestos, incluyendo el giro del núcleo en la mano mientras va siendo golpeado por el percutor para extraer lascas; el resultado es un instrumento en el que todo o casi todo su borde es filo, las hachas de mano son bifaces simétricos con filos laterales que convergen hacia un extremo apuntado, los hendedores son bifaces que en un extremo presentan un filo recto, las hachas de mano probablemente eran utilizadas como instrumentos de múltiple uso, para cortar carne, trabajar la madera y quizá también para preparar pieles.

La industria Achelense más antigua que se conoce tiene cerca de 1,6 millones de años. También se dominaron las técnicas de producir y mantener el fuego. Además de Achelense, otras culturas hermanas en Asia (sin bifaces) son: Presoaniense (en India y China), y Padjitaniense (en Japón). El Abbevillense es una industria caracterizada por grandes bifaces de formas irregulares, no es anterior al Achelense y se la considera hoy en día una variante del mismo, otra variante del Achelense es el Clactoniense, industria sin bifaces consistente en grandes lascas, por último el LLevalloisiense es un método de talla que aparece durante el Achelense Medio y que se desarrollará posteriormente sobreviviéndole, consiste en preparar previamente un núcleo de piedra antes de extraer lascas, láminas y puntas.

- Paleolítico Medio:

Entre el Paleolítico Inferior y el Medio finalizó la Era Pluvial (en África las glaciaciones se corresponden con eras Pluviales) y el Sáhara se fue convirtiendo de forma progresiva en lo que hoy es. Entre el 50.000 y el 30.000 antes de nuestra era, debido a las altas presiones árticas, las lluvias atlánticas fueron desviadas hacia el sur, con el resultado de situar la actual zona lluviosa centroeuropea hacia el Mediterráneo y el Norte de África, el actual Sáhara era una sabana arbolada con precipitaciones regulares, ríos y lagos, una temperatura suave y manadas de herbívoros de todas las especies.

Se calcula el fin del paleolítico Medio alrededor de hace 35.000 años, es decir, que el grueso de la historia humana sobre el planeta se fija en estos periodos anteriores, ¿Qué cambia para separar uno de otro?, pues el tipo de industria que aparece, el llamado Musteriense o Modo III. Se trata de una industria realizada sobre lascas que se transforman en raederas, puntas, denticulados, etc. Estas herramientas son mucho más complejas que las que existían hasta entonces y se dividen en muchos tipos que dependen en ocasiones de variaciones locales, sus formas dependen del fin a que se dedican: caza, trabajo de madera, de hueso, de cuero, vegetal, despiece de animales, preparación de alimentos, etc. En la fase de máxima expansión del Musteriense, la industria Levalloisiense produjo una invención que supuso un gran avance: la punta de lanza, las ventajas de una punta de lanza de piedra sobre una madera afilada permitieron una mayor eficacia cazadora, así como un cambio en la táctica de caza.

Dos nuevas industrias surgieron durante éste periodo, la Ateriense se caracteriza por tener unas puntas denticuladas de menor tamaño que, originalmente se pensó que serían puntas de flecha (pero son demasiado grandes para eso), probablemente eran puntas de una variedad más pequeña de lanza, la jabalina o venablo, dardo que se acopla a un lanzador de madera que lo hace más eficaz para la caza que la lanza normal, la mezcla de éstos restos líticos y restos de animales, en el mismo yacimiento, certifican el éxito de estos nuevos métodos; con la industria Khomusaniense también se encuentran herramientas de hueso, es muy característica de esta industria una punta pequeña, afilada tipo flecha o arponcillo, usada tanto para la caza como para la pesca, ambas industrias no se sucedieron sino que se solapan durante miles de años.

Las culturas musterienses del Paleolítico Medio hacen al hombre capaz de obtener 2 metros de filo cortante por cada kilogramo de roca, dando más de 70 golpes, junto con estos restos líticos se encuentran posibles ritos funerarios, canibalismo ritual, culto al cráneo, culto al oso, es decir, con esta industria aparecen manifestaciones de carácter complejo.

- Paleolítico Superior:

Se fija hasta hace unos 10.000 años y comienza cuando el tipo de industria Auriñaciense o Modo IV entra en escena, hace unos 40.000 años, asociado únicamente al Homo sapiens. Esta fase cultural se caracteriza por una elaboración muy cuidada de las herramientas y con la creación de trabajos de hueso, pero lo más importante del Paleolítico Superior son las manifestaciones artísticas, se desarrolla el arte rupestre y mobiliar, la humanidad moderna se extendió por todo el globo y el crecimiento demográfico fue extensivo, las técnicas se fueron modificando pasando de una caza oportunista a una mucho más especializada, finaliza este periodo cuando los seres humanos cambian de estilo de vida y se hacen sedentarios.

El Auriñaciense pervive hasta hace 20.000 años, existen muchas tipologías dentro del mismo, pero en general puede decirse que se caracteriza por el aumento del número de raspadores y hojas de retoque escamoso, también se dan azagayas de hueso, se llega a la perfección de obtener hasta 26 metros de filo cortante de un kilogramo de roca, aunque teniendo que dar mas de 2560 golpes. El Perigordiense se da conjuntamente con el Auriñaciense, estos nombres son producto de distintas interpretaciones dadas por los expertos a los útiles encontrados, el Perigordiense se relaciona más con la actividad de la caza y la recolección, y el Auriñaciense se ciñe más a actividades de mantenimiento y transformación de los bienes conseguidos. Con el nombre de Chatelperroniense se pretende marcar una serie de diferencias con el Auriñaciense-Perigordiense que son contemporáneas, se caracteriza por tener rasgos musterienses pero a los que se ha incorporado algunas características de Auriñaciense, se interpreta como un último intento de adaptación de los neandertales, que pasaron casi toda su existencia en el Modo III, ante la presión del Homo sapiens moderno con su Modo IV del que adoptaron algunas formas antes de su extinción (lo veremos más adelante).

El Gravetiense se desarrolla entre hace 28.000 y 22.000 años, caracterizándose por la desaparición de las formas líticas musterienses, y la abundancia de buriles y de arte muble, sobre todo las figuras femeninas denominadas Venus esteatopigias, también existen multitud de figuras animales y gravados. Entre hace 22.000 y 17.000 años se desarrolla el Solutrense, la novedad es el retoque plano en la industria lítica, aparecen agujas de hueso para coser, una herramienta que desde entonces no ha variado su diseño, únicamente el material con el que esta realizada, aparece también la punta de flecha con base cóncava, que junto con el arco y el propulsor incrementan la capacidad de caza, centrada ahora en especies de talla media, ciervo, cabra o reno, aparecen los primeros santuarios con pinturas y gravados. El Magdaleniense es muy reciente, entre hace 17.000 y 11.000 años, en esta fase se produce un extraordinario desarrollo de la industria ósea (azagayas, rasillas, arpones,…), también del arte mueble (propulsores, bastones) y, por supuesto, del arte rupestre, las lascas son cada vez más finas, produciéndose un microlitismo a la hora de trabajar la piedra.

Otras industrias de este tipo encontradas en África son: la Halfaniense, que floreció entre 18.000 y 15.000 a n.e., que usaba útiles de pesca de estilo Khormusaniense y cuya dieta incluía de forma característica grandes herbívoros, la industria Fakhurianiense (17.000 – 15.000 a.n.e.) con herramientas exclusivamente de tipo microlítico (algunas de menos de 3 cm.), y, coexistiendo con las anteriores, la industria Idfuaniense persistía basada en caza nómada y en el empleo de trampas, y la conocida como Iberomaurisiense u Oraniensa propia del Magreb (30.000- 8.00o a.n.e.).

- Epipaleolítico:

Entre hace 13.000 y 7.000 años, ya en el Holoceno, se caracteriza por la industria Aziliense del sur de Francia y el norte de la península Ibérica, la industria es semejante al Magdaleniense pero con algunos cambios entre los que destaca la falta de decoración, el arte se restringe a algunos huesos grabados y cantos pintados, es decir, existe una clara ruptura en el lenguaje artístico de la fase anterior.

- Mesolítico:

Es un periodo de transición, en el tipo de economía que poseían las sociedades humanas desde la caza y la recolección a la agricultura y la ganadería. El paso al sedentarismo trajo consigo muchos cambios de estilo de vida, de hábitos y de creencias de estas sociedades, estos cambios fueron muy desiguales, pero al final la agricultura fue haciéndose más fuerte porque resultó imprescindible para sobrevivir allí donde los recursos naturales estaban siendo sobreexplotados y la presión demográfica aumentaba mucho, en este tiempo comienzan a esbozarse los primeros enterramientos rituales de carácter megalítico que alcanzaran su apogeo en el periodo siguiente. El Tardenoisiense es una industria mesolítica que se caracteriza por microlitos geométricos, puntas obtenidas con la técnica del microburil en forma de triángulos isósceles.

Por esta época se empiezan a ver señales del surgimiento de una verdadera cultura, evidenciada en el yacimiento de El Qadan que data de entre 13.000 – 9.000 a. C., situado cerca de la segunda catarata del Nilo (aproximadamente a unos 250 km. Al norte de Asuan), con cementerios y evidencias de entierros rituales, también hay evidencias de una rudimentaria agricultura con piedras de moler y gran número de hoces.

El Nilo de esa época, era muy diferente del Nilo predinástico o del actual, el caudal y la dimensión de las inundaciones anuales, mucho mayores que lo que conocemos hoy en día, daba lugar a unas extensas zonas de marismas, con grandes bosques de papiros, abundancia de hipopótamos y de cocodrilos, circundado por una selva bastante infranqueable, sin embargo las áreas que lo rodeaban distaban mucho de ser el desierto actual, con un mayor número de oasis, fuentes y pozos en las zonas periféricas dando como resultado una franja habitable bastante ancha. De forma sorprendente una vez desarrollado este esbozo de cultura agrícola, parece que fue abandonada de forma progresiva a partir del 10.000 a. C., las hoces de piedra hasta entonces abundantes en los yacimientos, empiezan a escasear, es probable que la aridez creciente del ambiente pueda ser la causa de este abandono, al crear la necesidad de cosechar cada vez mas cerca de un Nilo violento e imprevisible, debió hacer que aquellos primeros pobladores, que aún no sabían construir diques, perdieran sus “cosechas” con frecuencia haciéndoles desistir de su modo de alimentación. El abandono de esta “cultura” contribuyó seguramente a continuas incursiones y luchas violentas por la hegemonía de territorios más ricos en caza y alimentos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario