Disección de un caballo, grabado del Cours d´Hippiatrique, ou traité complet de la médicine des chevaux, Philippe-Étienne Lafosse, París 1.772

jueves, 18 de febrero de 2010

Patologías, marcas


El campo de la patología ósea requiere de una formación especializada y de un buen conocimiento de los tejidos óseos. Las patologías observables en el hueso son verdaderos testimonios de las diversas agresiones sufridas por el organismo durante su vida. El estado de salud de una población animal, particularmente en el caso de las especies domésticas, refleja bastante bien el nivel socioeconómico del grupo humano.

En el caso de raquitismo de individuos jóvenes ó de osteomalacia de adultos, resulta difícil determinar el origen exacto de estas alteraciones, pero se deben en gran medida a las condiciones de cría (alimentación, condiciones de vida), las osteomalacias suelen ser frecuentes en el caso de los rumiantes, que pacen en entornos pobres en fosfato de calcio, como las zonas pantanosas.

La periostitis, que afecta principalmente a huesos largos, es a menudo de origen traumático, afecta particularmente al perro y al caballo. La osteítis puede deberse a contusiones, lesiones, cortes y fracturas, aunque también puede ser consecuencia de presiones prolongadas o deberse a la presencia de cuerpos extraños. El trabajo impuesto a los animales de tiro y monta puede determinar, mas o menos precozmente, alteraciones esqueléticas, deformaciones articulares, y/o afecciones del pie o de la columna, entre las que podemos citar:

Esparavan y soldadura por exostosis a nivel del tarso de équidos.

“Casco en caja”, es un estrechamiento del casco equino.

Anquilosamiento, con pérdida de movilidad de una articulación.

Soldaduras de metacarpianos.

Aguadura, o congestión en los pies de los ungulados, puede llevar a la modificación y/o reducción de las falanges.

Las artropatías se documentan frecuentemente, debemos mencionar la osteoartritis que se manifiesta por el estriado de las superficies articulares, por su erosión y por exostosis en la periferia, parece especialmente frecuente en los bóvidos, y sobre todo en las extremidades de los miembros de individuos domésticos. La espondilartritis anquilosante ó soldadura de varios elementos de la columna, se detecta a menudo en los caballos de monta, aunque anteriormente ya se documenta, en tanto que proceso degenerativo, en los osos de las cavernas

La luxación es típica de animales adultos, ya que en el caso de los jóvenes o los viejos de huesos más frágiles, el accidente provocará seguramente una fractura. Un golpe puede actuar de manera indirecta, un golpe en las rodillas puede repercutir en los hombros. La frecuencia de las fracturas, su naturaleza y su modo de reducción, pueden aportarnos indicios sobre los cuidados proporcionados a los animales, o bien malos tratos ó uso intenso inadecuado a las capacidades de los animales. La radiografía permite diferenciar calcificaciones como consecuencia de fracturas de las originadas por una enfermedad metabólica, ó evidenciar fracturas bien soldadas y poco visibles a simple vista.

En el límite de la patología hay que mencionar las deformaciones óseas, debidas a determinado tipo de trabajos, así, los bueyes utilizados en la tracción muestran cambios en la morfología de las facetas articulares, así como deformaciones en las astas óseas, del mismo modo podemos mencionar el desgaste de dientes relacionado con la utilización del bocado en los équidos, sobre todo en los primeros premolares, otros malos hábitos pueden dejar rastros en los incisivos de los caballos.

El estudio de numerosas heridas de caza cicatrizadas demuestra que en ocasiones los cazadores abatían animales que ya habían sido heridos algunos años antes y que las manadas animales frecuentaban una zona geográfica bien definida y relativamente limitada.

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