Disección de un caballo, grabado del Cours d´Hippiatrique, ou traité complet de la médicine des chevaux, Philippe-Étienne Lafosse, París 1.772

jueves, 18 de febrero de 2010


Estimación de la edad:

Nos permite comprender la gestión del mundo animal por parte de las poblaciones humanas del pasado, si el cazador privilegiaba determinados individuos, si se practicaba una ganadería de carne o mixta. Incluso las curvas de edad de un yacimiento permiten diferenciar respecto a la cuba de mortalidad natural.

La edad será la edad esquelética, no la biológica, (por ejemplo, en la actualidad un cerdo macho de diez meses puede ser un reproductor, pero su esqueleto es el de un animal joven, incluso con algún diente de leche). Como métodos de determinación tendremos:

A.- A partir de dentición:

A1.-Erupción de dientes: Recurriendo a las diversas tablas publicadas.

A2.-Desgaste dental: Con grandes variaciones en función del tipo de terreno y alimento aun dentro de una misma especie, podemos recurrir a mediciones de la desaparición del esmalte dental, ó a mediciones de la altura de la corona dental.

A3.-Cementocronología: Puesto que los depósitos son anuales.

B.- A partir del esqueleto:

B1.-Soldadura de epífisis de huesos largos: Recurriendo a tablas publicadas.

B2.-Esqueletocronología: Comparando “zonas” de bandas anchas de crecimiento rápido con “anillos” de depósitos óseos lentos.

B3.-Otros métodos: Desarrollo de astas de cérvidos, recuento de anillos de clavijas óseas de astas de rumiantes.

C.- radiografías.

D.- observaciones de dinámica de poblaciones: Los factores ecológicos y las modificaciones artificiales se relacionan siempre con cuestiones de equilibrio, así una población de animales salvajes oscila ligeramente en torno a una densidad óptima determinada por las condiciones etológicas y ecológicas.


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