Determinaciones en restos de animales:
Salvo raras excepciones, la mayor parte de los huesos aparecen rotos, a menudo en pequeños fragmentos, y su determinación, cuando es posible, requiere de unos buenos conocimientos de anatomía. El esqueleto está fuertemente marcado por el modo de vida del animal, su manera de desplazarse y su alimentación; todas las partes de un animal son reflejo de estos parámetros y todos ellos están relacionados. La determinación de la especie se basa pues en caracteres constantes, característicos de una familia, un género o incluso, en determinados casos, de una especie.
Definida la naturaleza de la pieza se debe recurrir a los manuales de osteología y a colecciones de referencia, otras técnicas son:
- Aproximaciones osteométricas: La distinción entre formas salvajes y domésticas de una misma especie puede basarse en determinadas modificaciones morfológicas, una de las principales es la reducción de la talla, que se manifiesta poco después de la domesticación y que puede seguirse a lo largo de varios milenios, desde el Neolítico hasta finales de
- Radiografía.
- Determinación de ADN: Si hay restos que permitan la caracterización genética.
- Isótopos: El estudio combinado de isótopos carbono 13 y nitrógeno 15 permite distinguir entre animales marinos y terrestres, herbívoros y carnívoros, y entre animales que comes hierba y los que ramonean hojas de árboles. Algunos ejemplos son:
. Distinción entre marfil de mamut y de elefante, incluso entre elefantes de bosque y de sabana, mediante isótopos de oxígeno, de nitrógeno y de carbono.
. Distinción entre alimentación de cerdos de dos yacimientos, unos se beneficiaron de alimentación vegetal y otros de proteínas (sobras de cocina humana), es decir, alimentados junto al establecimiento humano, sin salir al exterior.
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