Disección de un caballo, grabado del Cours d´Hippiatrique, ou traité complet de la médicine des chevaux, Philippe-Étienne Lafosse, París 1.772

miércoles, 9 de junio de 2010

Transición mesolítico/neolítico






Tal vez los cereales no fueron los primeros cultivos de la humanidad, la agricultura pudo iniciarse con la plantación de higueras hace 11.400 años, así parecen indicarlo los restos carbonizados de sus frutos y sus más de 300 gránulos, en el poblado neolítico de Gigal I, en el valle del Jordán, pertenecen a una variedad que no producía semillas, por lo que sólo pudieron reproducirse gracias a la intervención humana, es decir, por esquejes.

La transición preboreal finaliza con la aparición de comunidades productoras de alimentos. Desde el punto de vista de los cambios medioambientales se aprecia que las diferencias son mucho más claras, se produce un incremento de asentamientos al aire libre, posiblemente debido a la mejora de las condiciones climáticas y también porque las zonas que quedan libres de los glaciares no permiten la formación de cuevas. Se aprecia una disminución de la movilidad que da lugar, en algunas situaciones, a hablar de poblaciones semipermanentes.

Comienzan a proliferar la construcción de estructuras de habitación. Las cabañas más conocidas son las del yacimiento de Lepenski Vir. El número de cabañas es aproximadamente de 30 y se habla de una cierta urbanización. Los enterramientos se realizan en los lugares de habitación. Las cabañas son de planta trapezoidal de 6 m de largo con el suelo hecho de una especie de argamasa. El armazón de la cabaña se llevaría a cabo mediante la colocación de postes de madera.

Se produce la culminación de la diversificación en el aprovechamiento de recursos. Aumentan muchas actividades de aprovechamiento distintas a la caza como son la pesca y la recolección. El bosque llega a su máxima expansión y por lo tanto especies propias de bosque como el corzo forman parte importante de la estrategia de aprovechamiento de recurso. Ya se ha acabado la especialización a la hora de cazar y se diversifica las especies cazadas con arco, instrumento que ya aparece en el registro arqueológico. Se introduce la utilización del perro, que ya aparece domesticado para la actividad cinegética, se llegan a dar enterramientos de perros, lo que indica la importancia que tuvieron en la caza.

También se da diversificación en actividades alternativas, especialmente en la pesca, donde la pesca marina sufre un importante impulso (se pescan bacalaos y pescadillas entre otros). Se encuentra una mayor cantidad de especies grandes como la ballena y el delfín, que pudieron ser objeto de carroñeo y también pudieron ser cazados. Existe la barca y el remo para la captura de peces marinos. Hay un incremento de moluscos marinos y terrestres. Esta actividad se incrementa tanto en algunas comunidades que da lugar a los concheros.

En este periodo decae considerablemente el arte rupestre. Una de las razones para su desaparición vendría de una interpretación de su existencia. Según esa interpretación serían lugares de reunión para hacer disminuir el estrés demográfico entre poblaciones, por lo que en esta época de regionalización de comunidades no habría estrés demográfico y por lo tanto no habría necesidad de establecer estos santuarios. Las representaciones artísticas que se dan son distintas y destacan esculturas esquemáticas de figuras de hombres.

Se pueden establecer dos grandes periodos en la evolución del ambiente en el próximo oriente durante el Holoceno. La primera fase sería desde el 12.500 hasta el 9.000 a.n.e., donde el clima sería relativamente frío y donde el nivel de humedad es mayor en la zona de Siria – Palestina, las herbáceas tienen un mayor predominio pero ya se advierte una expansión de los cereales silvestres como el trigo y la cebada.

Ya en el 9.000 a.n.e. se registra un aumento de las temperaturas y del nivel de la humedad que va a favorecer el desarrollo de la vegetación arbórea (sobre todo en Siria y Palestina) sin quitar los cereales y en la zona interior se produce un desarrollo de herbáceas silvestres. Se advierten elementos diferenciadores posiblemente ligada a la diversidad física del ambiente. Podemos hablar de tres ámbitos geográficos y culturales: la zona anatólica, la zona de los montes Zagros y la zona siro – palestina.

Aumentan los emplazamientos al aire libre, podemos hablar ya de poblados, denotan un gran nivel de permanencia. No pasan de 400 habitantes pero son poblados. Aparecen semienterrados, con zócalos de piedra, hay enterramientos junto a las cabañas. Al margen de estos, aparecen pequeños fosos destinados a almacenar el grano silvestre.

Podrían utilizarse los “corrales trampa” (estructuras artificiales de forma circular en el que se abre una entrada por la que penetra la manada). Teniendo en cuenta el amplio aprovechamiento de recursos vegetales silvestres se explica la escasa movilidad de las poblaciones. El cereal es almacenado (recurso permanente, estático y anual, favorecido por el clima). Podríamos hablar de poblaciones cazadoras – recolectoras complejas (no están especializadas, pero llevan a cabo un aprovechamiento masivo).

Formas iniciales de subsistencia:

Agricultura de rozas: Este sistema se considera de los más antiguos. Se puede encontrar con el nombre de Ignicultura. Este sistema surge en el neolítico y se sigue aplicando en la actualidad, especialmente en zonas tropicales (donde hay selvas). Este sistema puede darse en grupos tribales, jefaturas e incluso en sociedades más avanzadas. Cuando se agota el terreno el grupo abandona el lugar provocando que la maleza vuelva a crecer. Este tipo de agricultura no favorece especialmente el sedentarismo.

Parece ser que el cultivo se realizaba por medio de un palo cavador. En ocasiones además de semillas se pueden sembrar esquejes.

Método resecional: Se practica mucho en la zona del Sahel africano. Consiste en aprovechar fuentes de agua estacionales cuando se produce la retirada máxima de los caudales de agua, aprovechando las tierras húmedas que quedan al descubierto.

Ganadería o pastoreo nómada: Se ha identificado en sociedades tribales, jefaturas e incluso en sociedades más complejas.

Patrón de asentamiento es el medio por el cual el hombre se dispone así mismo sobre el paisaje en el que vive. Se refiere a las viviendas a su instalación y a la naturaleza y disposición de otras construcciones pertenecientes a la vida de la comunidad. Se ha definido los modelos de territorialidad en dos tipos: modelo circular de los nómadas y el modelo radial de los sedentarios.

El modo circular es característico de los cazadores – recolectores y plantea que estos grupos no tienen un asentamiento prolongado sino que tienen una serie de asentamientos estacionales. Estos movimientos estarían condicionados por la estacionalidad de los recursos. Todos los asentamientos son iguales arqueológicamente.

Frente a este modelo existe el modelo radial en el cual existe un lugar madre o nodriza donde se realizan la mayoría de las acciones humanas (sobre todo el dormir). Alrededor de este asentamiento se establecen otros asentamientos satélites que se generan durante la explotación de ciertos recursos. Arqueológicamente en el modelo radial observaremos diferencias entre los asentamientos porque aparecen asentamientos especializados en la explotación de recursos frente al asentamiento nodriza.

Evolución de los primeros habitats humanos:

En las comunidades aldeanas se da una relación aproximada de 1 persona por cada 10 m2.

En las poblaciones nómadas las sociedades tienden a construir cabañas circulares. En las sociedades sedentarias se empiezan a construir casas rectangulares.

Arqueológicamente se ha observado que es frecuente que las estructuras rectangulares sustituyan en un mismo yacimiento a las de tipo circular.

Aunque es más fácil construir casas circulares, las rectangulares permiten añadir nuevas unidades.

Se distinguen dos tipos de comunidades:

El primer tipo son recintos constituidos por cabañas circulares. Se caracteriza por pequeñas cabañas con cimientos de piedra o cavados en el terreno. Estas cabañas se distribuirían en círculo en torno a espacios centrales vacíos, en las zonas comunes se establecían algunas estructuras de almacenamiento y esto permite suponer que había un acceso comunal a los recursos almacenados. Este tipo de asentamiento podía albergar entre 10 y 100 personas.

El segundo tipo es el de aldeas con casas rectangulares. Las viviendas son mayores que las circulares. Pueden incorporar en su interior 3 ó 4 miembros. Se facilita la adición o eliminación de nuevas unidades. Aunque pueden existir habitaciones comunes de almacenamiento cada vez es más fácil encontrar casas que tienen su propia estructura de almacenamiento. La población puede llegar a 1000 habitantes. Este tipo de aldeas se va a dar en sociedades sedentarias o casi totalmente sedentarias con una economía agrícola.

Hay excepciones como por ejemplo en el yacimiento de Munhata en el cual se ha observado que en la misma época se construían casas circulares y rectangulares. En el yacimiento de Beidha se han encontrado edificios subrectangulares (ni circulares ni rectangulares). En el poblado de Halaf, de campesinos consolidados, las casas son circulares.

Otro tercer modelo sería el de asentamientos con casas largas o colectivas (casas del neolítico danubiano). Las casas largas son estructuras de grandes dimensiones, normalmente rectangulares que pueden albergar a toda una familia extensa. Este tipo de casas puede presentar interiormente parcelaciones que delimitan espacios internos donde se situaría cada una de las familias nucleares. Se apunta que bajo un mismo techo está todo el grupo viviendo y así se favorece la cohesión social.

De este vaivén de culturas es un ejemplo lo ocurrido en el Teneré, hace 12.000 años, una oscilación del eje de la Tierra y otros factores determinaron que los monzones estacionales de África se desplazaran hacia el norte, llevando lluvias a una región antaño desértica, como actualmente. Hace 9.000 años, para los habitantes de la cultura Kiffiense, en el actual Sáhara, la vida giraba en torno a la riqueza que les ofrecía un lago. Aparte de un puñado de utensilios de pesca fabricados con huesos de animales, los kiffienses dejaron pocas pistas sobre su vida, pero los esqueletos son reveladores, los dientes son particularmente ricos en información, sus patrones de desgaste indican que masticaban cereales duros y que algunos pasaban de los 40 años de edad, el análisis de isótopos de estroncio en el esmalte indica que bebían de una fuente de agua local y que probablemente nunca se alejaban mucho del lago., probablemente cazaban también cocodrilos e hipopótamos. Tras un largo periodo árido, los humanos regresaron a la misma zona hace 6.000 años, fueron los llamados Tenerienses, quienes probablemente llevaron consigo ganado, aunque vieron que, a medida que la zona se acidificaba, el lago atraía a una rica diversidad de fauna, convirtiéndolo en el paraíso de los cazadores. Los tenerienses eran menos corpulentos que los kiffienses, con cráneos más estrechos y frentes más altas, a diferencia de sus predecesores, solían adornar sus tumbas con múltiples objetos, por ejemplo, de marfil de hipopótamo, o de una roca volcánica verde extraída a más de 100 kilómetros de distancia, también han salido a la luz piezas de amazonita procedente de 800 kilómetros de distancia.

Otro ejemplo de la complejidad de este periodo de transición son unas mandíbulas humanas halladas en Pakistán que muestran dientes perforados y tratados hace entre 7.500 y 9.000 años, son once molares con señales de intervenciones realizadas en vida de sus dueños cuyas coronas contienen orificios de entre 1,3 y 3,2 mm., casi perfectos, practicados con un torno primitivo. En varios casos las perforaciones están asociadas a caries, señal de finalidad terapéutica, el hallazgo de puntas de pedernal usadas en el torno junto a cuentas de piedras semipreciosas y hueso señala a los artesanos como los encargados de la salud dental de sus contemporáneos, trabajaban con un taladro manual capaz de horadar el diente en tan sólo un minuto. No se sabe si los agujeros se rellenaron con algún empaste, ni si los pacientes tomaban algo para soportar el dolor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario