En el mundo cotidiano exterior existían otras imágenes: las del arte mueble. Estas representaciones de animales, o más excepcionalmente de humanos, con frecuencia magníficamente esculpidas o grabadas en marfil, cuerno de reno, o en hueso, podían ser transportadas y circulaban en la vida corriente, numerosas plaquetas de piedra se grabaron también, se trataban, sin duda, de objetos rituales, cuyo uso se limitaba a circunstancias especiales. Los animales dominantes en este bestiario tendrán, no un único sentido, sino toda una gama de significados y de asociaciones, en un contexto determinado, una de estas asociaciones destacaría, mientras que las otras quedarían en segundo plano, aunque siempre estén presentes, tales representaciones contribuirían a crear un poder oculto significativo. Suponemos que la imagen de un caballo en el mundo inferior podría ser asociada sobre todo al poder chamánico, pues ésta sobrevendría en el transcurso de una visión y se le extraerían poderes sobrenaturales , por otro lado, es posible que un collar hecho con contornos recortados de cabezas de caballo a partir de huesos hioides de caballos fuese investido de un poder mas general, tal vez profiláctico: para alejar los malos espíritus o las enfermedades, igualmente , la representación de un caballo sobre un propulsor podría aportar una forma de poder diferente que contribuiría al éxito en la caza, todas estas asociaciones de caballos (y otras muchas) estaban por tanto relacionadas, ya que formaban una trama coherente de significados que, en definitiva, provenía de una interpretación del cosmos, así como de las relaciones y del lugar que ocupaban los animales y los humanos en las diferentes partes del cosmos. De esta manera, se llegaría a una comprensión más profunda del bestiario simbólico en evolución durante el Paleolítico Superior, que diferentes categorías de individuos habrían podido explotar de formas diversas y con múltiples finalidades.
El chamanismo es en sí mismo un sistema de creencias de componentes múltiples, ya que comprende técnicas de curación, de control de animales, ritos para influir en los elementos, profecías, búsqueda de visiones, practicas de hechicería, viajes extracorporales y otras actividades. Cada una de estas creencias posee rituales, símbolos y mitos, apropiados en ciertos periodos del Paleolítico Superior, uno u otro de estos componentes pudieron predominar, mientras que en otros momentos los chamanes se debieron centrar sobre actividades diferentes, parece lógico esperar que estos componentes hicieran variar con el tiempo el tipo de imágenes y sus ubicaciones, así como el bestiario escogido. El Arte Paleolítico ofrece un conjunto excepcionalmente rico de documentos sobre la manera en que la humanidad forjó una identidad reconocible en tales zonas, en otras partes, por lo que sabemos, la historia pudo ser diferente. Cuando se originó la sociedad humana tal y como la conocemos, una manera de concebir la “realidad” y un determinado marco también vieron la luz, este marco ha sobrevivido en parte al declive del chamanismo, ya que finalmente ha conseguido imprimir su marca en lo que llamamos “grandes religiones”, éstas postulan un mundo inferior y un mudo superior, refiriéndose a visiones y personajes extraordinarios que, de manera simbólica o real, se desplazan entre otros mundos, como vemos, aún no hemos podido escapar a algunos conceptos nacidos en el Paleolítico Superior.
Las prácticas chamámicas son más que una aportación prehistórica o preliteraria a la curación de las enfermedades y la muerte. Al estudiar la distribución geográfica de las prácticas chamánicas es de resaltar la presencia de actividades análogas en los cinco continentes. Evidentemente un estado modificado de conciencia es un periodo de transición entre dos estados habituales de conciencia, estos estados modificados se desarrollan ordinariamente en tres fases:
1- Transición al estado.
2- Estado modificado propiamente dicho.
3- Transición al estado habitual
.
Para muchos investigadores el chamán actúa en área de la realidad que en muchas ocasiones es compartida por místicos y médicos, incluye su actividad lo que sería propio de un psiquiatra o psicoterapeuta. ¿En qué se distinguen los chamanes de otros “ayudadores” como sacerdotes, médicos, curanderos, mago, brujos y hechiceros? Es un hecho científicamente probado en psicoterapia que uno de los factores de buen pronóstico en cuanto al tratamiento lo constituye el hacho de que el mundo de referencia básico, los valores, sean compartidos entre terapeuta y paciente (en los tratamientos quirúrgicos esto no es tan relevante). Entre los curadores o sanadores es posible establecer una tipología con cinco grupos diferenciados:
- Chamanes.
- Espiritistas.
- Curadores esotéricos.
- Curadores religiosos rituales
- Curadores instintivos.
El mago carece de la proyección sanadora del chamanismo, pero la actividad del curandero puede ser muy variada e inusual, aunque su conexión con los pacientes no es tan próxima como la que tienen habitualmente el chamán, éste podría ser considerado como un tipo de curandero, pero no todos los curanderos son chamanes. En cuanto a los sacerdotes, sin que deban asumirse de una manera rígida, algunos criterios serían:
| | Chaman | Sacerdote |
| Tipo de vida | Nómada | Sedentaria |
| Medio | Rural | Urbano |
| Antigüedad | Preagrícola | Agrícola |
| Antigüedad práctica | Miles de años | Cientos de años |
| Calendario | No importante | Importante |
| Ritual sujeto al calendario | Poco importante | Muy importante |
| Importancia del ritual | Poco importante | Muy importante |
| Jerarquía social | Escasa | Relevante |
Por otro lado el chamanismo es entendido por muchos investigadores, especialmente por los antropólogos, como un fenómeno arcaico mágico-religioso en el cual la figura central se caracteriza por ser maestra en el arte del éxtasis. El éxtasis es definido como un estado psicológico que se caracteriza por un sentimiento absorbente de admiración, de alegría, de arrobamiento y a veces de enajenación, el éxtasis se presenta a diversos niveles en la persona:
1.- Esta fundado en una experiencia fisiológica y física.
2.- Es un estado emocional.
3.- Proporciona un tipo especial de percepción a veces descrita como intuitiva.
4.- es un estado ordinario de consciencia que da una especial dimensión a todo lo anterior.
El éxtasis puede ser clasificado según cuatro categorías no mutuamente excluyentes:
- Éxtasis místico o profético.
- Éxtasis chamánico.
- Éxtasis sexual.
- Éxtasis por sustancias.
Podemos establecer un esquema de las culturas chamánicas partiendo del control de los estados dialógicos de consciencia:
. Consumo se sustancias enterógenas* u otros métodos para modificar los estados de consciencia.
. Estado de disociación mental o de consciencia dialógica.
. Durante la consciencia dialógica se generan sistemas simbólicos e imaginaría mental. A partir de estos sistemas simbólicos se producen los:
- Mitos explicativos de cada sociedad (Informan sobre el origen de la cultura y de la ética predominante).
- Mitos descriptivos de cada sociedad (Informan sobre cómo hay que actuar y la causa de ello).
. Cada sociedad concentra sus aspectos enculturadores más importantes en los ritos iniciáticos: inducen a revivir el contenido de los mitos y a integrar a los individuos en el sistema de valores de la colectividad.
. A partir de los ritos iniciativos se ordena la cosmología de cada sociedad (función social del individuo, sistema social, derechos y deberes, expectativas vitales, etc.).
. El individuo que asume el papel y la función de ordenador de los ritos de paso en los pueblos primitivos es el chamán.
. El chamán tiene como elemento diferencial y sacro el dominio de la mente incluso bajo el efecto del enterógeno, y el contacto que ello le permite con la visión animista del mundo.
. Es el chamán quien prepara y distribuye las sustancias enterógenas cerrando así el círculo del esquema.
* Enterogeno es un neologismo acuñado en 1979 por parte de un equipo de investigadores para referirse a aquellas sustancias, prácticamente siempre de origen vegetal o fúngico, de consumo habitual entre los pueblos primitivos antiguos y contemporáneos, y que son utilizadas para ponerse en contacto experiencial con sus divinidades, sea cual sea la ideación cultural de este término. Llamar alucinógenos, como suele hacerse a estas sustancias elimina todo el sentido sacro que tiene tal uso. Enterógeno es un termino que proviene de la raíz griega theos con un prefijo, lo que viene a significar “dios dentro” y es, desde todos los puntos de vista, un concepto más adecuado para referirse a estas sustancias que cualquiera de los términos propuestos hasta ahora: psicodélicos, psicomiméticos, psiquedélicos, psicodislépticos ó alucinógenos. En los medios científicos especializados es una palabra cada vez más aceptada y usada.
Puede afirmarse que la principal función del chamán y del uso que hace de sustancias enterógenas es de carácter adaptógeno: El chamanismo es un mecanismo adaptante, ello encaja perfectamente con los hechos subjetivos y objetivos: en la realidad cotidiana de los pueblos primitivos, los recursos físicos son básicos para llevar una vida mas o menos satisfactoria (cazar, acarrear leña y agua, cultivar los huertos, soportar las enfermedades, huir o atacar a los enemigos) y las personas que por debilidad o larga enfermedad no pueden mantener esos mínimos de rudeza física deben buscar otros mecanismos de adaptación o morir. El chamanismo como forma de entrenamiento y explotación de recursos cognitivos alternativos ofrece esa posibilidad.
No es de extrañar que si bien la enfermedad crónica en un individuo es interpretada como indicación divina para que tome el camino iniciático, y en realidad es preciso que todo neófito pase por este proceso de muerte y renacimiento simbólico para entrar en la dimensión mágica dominada por nuestras propias pulsiones psíquicas, también es cierto que para individuos débiles ésta es una buena estrategia de adaptación, probablemente la única en los pueblos primitivos.
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