Disección de un caballo, grabado del Cours d´Hippiatrique, ou traité complet de la médicine des chevaux, Philippe-Étienne Lafosse, París 1.772

viernes, 15 de octubre de 2010

LA VIDA EN EL NILO (v) CIENCIA Y TECNICA





El desciframiento de las escrituras egipcias, el estudio durante dos siglos de los textos y el análisis sistemático de los saberes egipcios nos permite trazar el perfil aproximado de los alcances y límites de tal sabiduría. Ante todo hay que decir que la ciencia necesitaba de la existencia de una lógica en la que basarse para que sus saberes fueran ordenados y depurados por la razón, los egipcios no la poseyeron nunca, ésto no quiere decir que los egipcios no tuvieran, y en ultimísimo grado, el don de la observación de la realidad, en todos los campos del conocimiento dejaron testimonio de lo que vieron y aprendieron, pero lo hicieron siempre con fines utilitarios, sin el menor interés del saber por el saber.

Por otra parte, al carecer de un sistema lógico de pensamiento, sus referencias son siempre a lo que sabían de orden general, y ésto era la religión en algunos casos y en otros la magia, hasta la hechicería mas tosca, no pueden formular definiciones porque el egipcio antiguo tiene dificultades casi insalvables para la abstracción y la generalización conceptual, de aquí el carácter de su matemática, cuentan en sistema decimal, escribiendo las cantidades de izquierda a derecha, empezando por las unidades superiores hasta llegar a las unidades simples, con este dispositivo suman y restan con gran facilidad, y lo mismo la multiplicación por diez, para lo cual cambian el signo por el orden inmediato superior, la multiplicación propiamente dicha plantea problemas graves, emplean un método aproximativo que no está exento de ingenio, aunque es poco científico, la división la hacen al revés, desconocen las potencias y raíces, en general, pero saben calcular por aproximación el cuadrado y la raíz cuadrada de algunos números.

Los papiros de carácter científico que se han encontrado del antiguo Egipto ofrecen una idea aproximada de las nociones que en aquel tiempo tenían sobre aritmética y geometría, los más importantes son el papiro de Rhind o de Ahmes, el rollo matemático de cuero, el papiro Reisner, y el papiro de Moscú, son básicamente listas de ejercicios con sus correspondientes resoluciones, están escritos con lenguaje jeroglífico y hierático (escritura sagrada), tan sólo muestran la resolución práctica de problemas concretos, sin planteamientos teóricos y con pocas fórmulas universales, esto hace suponer que para los geómetras egipcios la aritmética no era una ciencia sino una herramienta para resolver cuestiones puntuales como: la pendiente de una superficie plana inclinada, el volumen de una pirámide truncada.

Las prácticas administrativas de la burocracia egipcia obligaban a tener presente el problema de las partes de una cosa que no llegaba a la unidad, es decir, el grave problema de las fracciones, que resolvieron con tanto ingenio como ignorancia matemática, sólo saben anotar y registra las fracciones que tienen el uno como numerador, y así escriben 1/2, 1/4, hasta 1/64, mediante representaciones con las partes del ojo de Horus, en los demás casos proceden por adicción de fracciones. Las ecuaciones las desconocen totalmente, en geometría avanzaron algo más, pero se quedaron en los comienzos, porque no les interesó más que el aspecto práctico inmediato de los cálculos de superficie de parcelas, de hecho sólo se ocupan de los triángulos y los rectángulos elementales, y de los volúmenes andan más o menos por la pirámide conociendo su altura, su inclinación y su distancia de lado, eso sí, para obtener el área de un círculo se basan el la equivalencia de proporciones con un cuadrado menor, conocieron la relación del diámetro y la longitud de la circunferencia, dando acercándose a pi con el valor de 3,1604 ( o su equivalente: 256/81), que no está mal del todo, en cuanto al cero (anotaban un espacio en blanco), y ésto es casi todo para tres mil años de cultura matemática, mucho menos que lo alcanzado por los mesopotámicos.

Para planificar la construcción de las pirámides se utilizaban planos y maquetas, no se han conservado planos de ninguna pirámide del Imperio Antiguo, aunque sí de una pequeña pirámide nubia, con el perfil del edificio representado a escala 1:10, también conocemos un ostracón, encontrado en la pirámide de Djoser, donde se realizaron los cálculos para realizar una cubierta. Un estudio realizado para la pirámide de AmenemhatIII (Imperio Medio) estima que diez equipos formados por un fabricante de ladrillos y tres ayudantes (40 personas) podían producir 500 ladrillos diarios cada uno, lo que al cabo de 15 años supondría mas de 26.000.000 millones de adobes, para transportar esos ladrillos hasta la pirámide se necesitarían unos 300 porteadores, y otros tantos encargados de colocar los ladrillos en sus sitio, una vez puesta la hilada, 30 cargadores de arena rellenarían los espacios; la extracción y talla de 250.000 bloques de piedra utilizados en el revestimiento y las cámaras interiores sería obra de 150 canteros, a los que se suman otros 100 para ajustes y acabado final de bloques y losas, transportados al lugar por 1.500 obreros y 200 marineros, los bloques eran colocados en su lugar por 600 obreros, y todo este gentío contaba con el apoyo de 1.500 trabajadores tales como, aguadores, cocineros, etc., en total para construir una pirámide del Imperio Medio no parece haberse necesitado más de 5.000 personas a tiempo completo durante un reinado.

Además de los textos administrativos, en cuanto a la Literatura, los textos egipcios pueden ser clasificados en cuatro géneros: las Instrucciones didácticas o Sapienciales (máximas del visir Ptahhotep, Instrucciones para Merikare, Admoniciones de Ipuuer), otro género es el de los Cuentos o Relatos de Héroes (historia de Sinuhé, cuento del náufrago, el campesino elocuente), el género de los Himnos son textos poéticos de contenido religioso ó en honor a un rey (Himno al Nilo, Himnos al rey Sesostris), y, por último, los textos Funerarios, (Textos de las pirámides, Textos de los sarcófagos, Libro de los Muertos, Libro de lo que hay en la Duat, Libro de las puertas, Libro del día, Libro de la noche,libro de las cavernas, Libro de las Respiraciones, Libro de las tierras, Libro de los cielos, y el intitulado: “Que mi nombre dure íntegro”)

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