jueves, 6 de junio de 2013
La portnia equina (XII)
l) Efectivamente, Platón tiene
razones, pero debemos mirar más lejos en la tradición que estudiamos. En el Critias,
cuando los dioses se reparten el mundo, corresponde a Posidón la isla
Atlántida. En ella vive Evenor, personaje “nacido de la tierra” que se une a
Leucipe “La yegua blanca”. Esta pareja primigenia de la Atlántida tiene a su vez
una hija, Clitó, “La famosa” con la cual se une Posidón, naciendo de ellos cinco
pares de gemelos44. Creemos que, como en las Melanipes
euripídeas, estamos ante dos generaciones del esquema B, aunque
Platón ha hecho desaparecer los rasgos más crudos y arcaicos de la faceta
equina, que se reduce al nombre de la esposa de Evenor y al de uno de los
gemelos, Elasipo, que vendría a ser una especie de precursor de la
domesticación del caballo.
El escenario es occidental, junto
al mar y en un maravilloso campo) semejante al prado junto al Océano donde la harpía Podarga iliádica fué fecundada por Céfiro. Platón presenta una versión del arcaico esquema B con vestigios de
un mito de tipo ctónico, cuyo precursor inmediato sería Antímaco
quien hizo al caballo Arión hijo de la Tierra, como lo era Evénor
el hombre primigenio de la Atlántida, pero es necesario también volver al
gran mito cosmogónico expuesto por la Melanipe euripídea,
negativo cromático de la Leucipe
de la Atlántida,
destinadas ambas a ser seducidas por Posidón. Todo ello nos lleva a una época en la que el mito de la potnia equina va
abandonando en Grecia sus facetas más
primarias para ser sublimado en interpretaciones de tipo
racionalista.
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