Disección de un caballo, grabado del Cours d´Hippiatrique, ou traité complet de la médicine des chevaux, Philippe-Étienne Lafosse, París 1.772

jueves, 5 de mayo de 2011

VETERINARIA CLASICA El clasicismo chino






China se hizo grande por sus agresivas conquistas, sus audaces colonizaciones y por estar abierta a la propia adscripción de extranjeros. Los restos de polen encontrado confirman que las tierras de loes en las que se inicio la civilización china se fueron haciendo cada vez más áridas, en un proceso que se prolongó durante milenios. Pero cuando los agrónomos comenzaron a despejarlas para cultivar todavía seguían siendo una especie de sabana en la que entre las praderas se intercalaban los árboles y matorrales, la llanura aluvial aún estaba parcialmente cubierta de especies de grandes hojas caducas. La agricultura apareció en la intersección de dos largos procesos: El aumento muy paulatino de la aridez y la favorable diversificación, posteriores a la Edad del Hielo, ambos proceso eran aún detectables miles de años después.

Alrededor de los años 6.000 a 5.000 a.C., empezó el asentamiento en suelo chino de una población que se dedicaba a la agricultura y a la vez tenía desarrollada su economía a base de textiles, carpintería y, sobre todo, cerámica. Aproximadamente entre los años 3.000-2000 a.C., surgieron varios focos de cultura de una primitiva civilización de base neolítica, de los cuales uno de los más importantes es el denominado Cultura de Yangshao, el cultivo principal era el mijo y algo de arroz, y se puede deducir que sus habitantes eran posiblemente originarios del sudeste asiático, aunque también hay indicios que sugieren una procedencia del área de Mongolia, debido a los hallazgos de caballos salvajes de ese origen, estos restos se encuentran junto a huesos de perros, cerdos, ovejas y vacunos.

El valle del río Amarillo, incluso en sus épocas más húmedas, no podía mantener a una civilización que se alimentara de arroz, al igual que otras civilizaciones de un periodo y un entorno más o menos similares, la china dependió al principio de la producción masiva de un único alimento, el mijo nunca arraigó en la civilización occidental, excepto como alpiste, quizá porque no puede convertirse en pan hecho con levadura, pero es un producto de alto, valor nutritivo, rico en hidratos de carbono, bastante abundante en grasa, con más proteínas que el trigo candeal. En los primeros escritos chinos conocidos se mencionan dos variedades de mijo, y ambas han sido halladas en los depósitos arqueológicos del quinto milenio a.C., casi con seguridad, las dos son originarias de China, resisten las sequías y toleran los suelos alcalinos.

La cultura neolítica tardía de Longshan es otra de las comparables a la de Yangshao, los habitantes de esta área llegaron a utilizar carros con ruedas, lo que a su vez estaría relacionado con la aparición del torno para la alfarería. la cultura de Longshan se caracteriza por la aparición de nuevos instrumentos agrícolas, como el arado de madera, la hoz de piedra y de concha, por la fabricación de cerámica con torno y por la fundición de cobre.

En una época legendaria, alrededor de los siglos XXI-XVIII a.C. se formó la dinastía denominada Xia, fue fundada por Qi, prolongándose durante más de 400 años con casi diecisiete reyes, hasta que fue reemplazada por la dinastía Shang. En la época Shang el mijo podía dar sustento a las que quizá eran ya las poblaciones más numerosas del mundo y mantener a un ejército de decenas de miles de trabajadores en los campos, las mejores cosechas sólo se obtenían mediante la rotación, al final la soja proporcionó la especie alternativa que necesitaba este sistema, el trigo fue algo tardío, siempre mancillado por un origen extranjero y calificado como “algo que llegó” o mencionado en las inscripciones adivinatorias como cultivo de tribus vecinas que había que controlar y destruir.

¿Y el arroz?, los núcleos originarios de la primera civilización china son demasiado fríos y secos como para sustentar la producción de arroz a gran escala, a no ser que se haga con la ayuda de la agronomía moderna, crecían algunas especies silvestres y quizá durante miles de años se cultivaran trabajosamente pequeños huertos, pero el arroz no podía competir con el mijo como alimento fundamental ni tampoco como núcleo de una agricultura intensiva.

Mediante una mezcla de guerra y de paz, la civilización que había nacido en el río Amarillo se fue filtrando paulatinamente hacía el sur, a través de una llanura sólo interrumpida por los cursos fluviales, al final, cruzó las montañas para incorporar un clima diferente, el de la cuenca del Yangsé, donde anteriormente se habían producido acontecimientos similares, en estas nuevas tierras del sur, los esponjosos suelos para el cultivo del arroz, surgieron, a base de mucho trabajo, de lo que debieron ser espesas y lluviosas junglas, sus actividades encajaron en la tradición ya existente en la región húmeda y pantanosa del bajo Yangsé, donde el arroz se venía cultivando desde mediados del tercer milenio, como muy tarde, y quizá ya en el 5.000 a.C. Aunque los huertos estuvieran despejados, continuamente había que arar, encharcar y cavar la tierra, se atormentaba a los búfalos de agua haciéndoles roturar y fertilizar el suelo, entre tanto, se podían sembrar plantaciones de té y morera de las laderas de las montañas.

El historial de éxito del arroz no tiene parangón en cuanto a su capacidad para mantener a una población numerosa, y esto no sólo se debe a sus virtudes alimenticias, sino que, además, presenta otras ventajas como cultivo, es muy resistente al ataque de animales nocivos, en los campos, más que el maíz y el algodón, en el granero, casi tan bueno como el trigo, los campos de arroz renuevan su propia fertilidad, ya que las riadas aportan nutrientes, su suelo es blando y fácil de trabajar, y la capa de agua elimina muchos tipos de malas hierbas. La fusión de los dos mundos ha constituido la base de casi todos los experimentos de desarrollo estatal que se han llevado a cabo en China desde entonces, aunque los colonos que incorporaron el valle del Yangsé al mundo chino vinieron del norte, la agronomía y la tecnología que utilizaban procedía, en cuestiones fundamentales, de la dirección opuesta, antes de que se conociera lo que hoy es China el cultivo del arroz ya tenía muchos siglos de historia, quizá milenios, en ciertas partes del sudeste asiático.

China fue creciendo hasta lograr su enorme tamaño actual, según la tradición confuciana la civilización siempre ganaría al tropezarse con el salvajismo, al bárbaro se le sometería mediante la vergüenza cuando no se le pudiera coaccionar, o se utilizaría la benevolencia cuando no fuera posible vencerle con una guerra, lo sorprendente es que esta fórmula funcionó, la mayoría de los pueblos que han adoptado la cultura china no eran de origen chino, pero sí han llegado a pensar que lo son.

China sigue ahí, aún creciendo, aún exportando influencia, mientras que las demás civilizaciones que surgieron en medios similares se han desvanecido, las de Mesopotamia y el Indo perecieron en la antigüedad, Egipto se perdió al fundirse con otras, China sobrevivió superando su entorno originario, fue el triunfo del dinamismo, de la agresión y de la ambición, de la eficiencia y de la aculturación.

Medicina china

El desarrollo de la ciencia y la técnica de China quedó reflejado en los libros escritos por los propios científicos chinos y también por sus historiadores, , el desarrollo de la ciencia de las matemáticas y del sistema del calendario relacionado a su vez con la astronomía, la avanzada ingeniería de la construcción de sistemas de regadío, canales y de la Gran Muralla, la invención del papel, la rueca, el telar de pedal y del sismoscopio, todo ello causa sorpresa y admiración junto a la ciencia de la medicina.

Respecto a la medicina china, el libro más antiguo sobre ella es, posiblemente, el “libro de la Medicina Interna”, de Huang Di (Huang-di Neiging) redactado a principios de la dinastía Han, que explicaba en forma de dialogo los diversos fenómenos fisiológicos y patológicos, y exponía por primera vez la circulación de la sangre y la importancia del examen del pulso en el diagnóstico, este libro de medicina indicaba los tratamientos para más de 300 enfermedades, y formulaba la tesis de la búsqueda del origen o raíz de las enfermedades. La medicina se caracterizaba por la utilización de los materiales de herboristería e igualmente por la magia o las prácticas de chamanismo, según el primer libro de esta materia conocido.

La característica más peculiar de la medicina tradicional fue la ausencia de cirugía, la creencia consideraba el cuerpo humano como legado de los padres, por lo que no debía ser mutilado de ninguna manera, excepto en el escaso de los eunucos (que eran castrados, pero guardaban sus órganos hasta la muerte, para ser enterrados junto a ellos) nunca se practicó cirugía en la medicina tradicional china, en los periodos de Primavera y Otoño y de los Reinos Combatientes los médicos dominaban la técnica del diagnostico por el pulso, la sombra y la voz del enfermo, y recetaban tratamientos basados en la acupuntura y plantas medicinales.

En la medicina tradicional china se objetivaron 365 huesos en el hombre y 360 en la mujer, se demostró que el corazón tiene orificios, la capacidad de observación de los médicos chinos fue extraordinaria, para sus diagnósticos se usan los cinco sentidos: exploración, palpación, la lengua, el oído y el olfato, Wang Shu-Ho describe el sistema de diagnóstico del pulso que se practicaba en diferentes partes del cuerpo, superando en precisión Pen Chiao, notable médico autor de los “secretos del pulso”, describe 28 cuadros de pulso, otros esfigmólogos chinos describen hasta 700 variedades de pulso. Antes del siglo VI a.C., la medicina china ya estaba actuando en Corea y Japón a través de monjes y estudiantes que visitaban China.

Para el médico y el veterinario chino no existe una enfermedad que afecta el órgano correspondiente, sino que la enfermedad se hospeda en el interior de todo el cuerpo, por tanto, es necesario tonificar el enfermo para combatir la enfermedad. La concomitancia de las dos fuerzas, el Yang y el Yin, es el fundamento de todo el pensamiento chino, estas dos fuerzas son de naturaleza homogénea y el equilibrio de estas dos condiciones representa el estado de salud y asegura la vida a las plantas y a los animales. El fundamento de la veterinaria china reposa sobre el concepto de la circulación de una energía vital a través de las doce vías constantes, estas vías no guardan relación anatómica con los diversos órganos, son vías de comunicación de la energía vital (tsi), y esta energía se presenta en diversos grados de intensidad en función del estado de salud del individuo.

Toda la medicina veterinaria práctica china se basa sobre el concepto de la predisposición como causa de enfermedad y sobre la práctica de la acupuntura como instrumento de diagnosis y de revelación del estado morboso, y también como remedio, bien sea sola o junto a los fármacos que los chinos conocían muy bien y en cantidad. Los chinos fueron los precursores de la vacunación: inoculaban polvos de pústulas de varicela en la nariz de los niños, especialmente de las niñas. La medicina veterinaria tuvo en China una gran importancia, en una antigua ley se dice: “Si el caballo, el camello, el mulo, el jumento y las bestias de cuerno pertenecientes al gobierno adelgazan o caen enfermas por no ser tratadas según la práctica aprobada y enseñada, el médico veterinario será castigado con 30 golpes de bambú, si el animal muriese como consecuencia del arbitrario y nocivo tratamiento, la pena será de 40 golpes e incluso podrá llegar a ser un número mayor”.

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