Nebulosa planetaria + enana blanca (M < 5 MSol )
Las estrellas de
masa inferior a 5 masas solares expulsan sus capas exteriores durante la fase
de gigante roja y, sobre todo, la fase de rama asintótica gigante (las de más
de 0,5 masas solares). El remanente estelar resultante es el núcleo degenerado
desnudo de la estrella, con una composición rica en carbono y oxígeno en la
mayoría de los casos (aunque para las estrellas de menor masa el elemento
dominante es el helio y para las de mayor masa también puede haber neón). Dicho
remanente es una enana blanca y su superficie está inicialmente a
temperaturas muy elevadas, del orden de 100.000 K. La radiación emitida
por la estrella ioniza las capas recientemente expulsadas, dando lugar a una nebulosa
de emisión del tipo nebulosa planetaria. Así pues, las estrellas aisladas de
masa baja e intermedia acaban sus vidas de una forma relativamente poco
violenta.
La nebulosa
planetaria es observable mientras la enana blanca es lo suficientemente
caliente como para ionizar el hidrógeno que es su componente principal; este
periodo dura unos 10.000 años. Las enanas blancas se enfrían rápidamente al
principio, pero la tasa se ralentiza después. Una enana blanca no tiene fuentes
de energía propias (excepto durante el periodo de cristalización), por lo que
su luminosidad procede de su energía térmica almacenada. Así, poco a poco se
irá apagando hasta enfriarse a temperaturas de alrededor de los 2000K, al bajar
la temperatura la presión de degeneración de los electrones no es suficiente
para detener el colapso gravitatorio y por efecto Bysen-BoH se producen las
llamadas novas de clase II, explosiones muy energéticas que se creen vitales
para la formación de organismos vivos.
Supernova/brote de rayos gamma + estrella de neutrones/agujero
negro/nada (M > 9-10 MSol)
Las estrellas de
más de 9-10 masas solares (el valor exacto del límite no se conoce con
precisión y puede depender de la metalicidad) evolucionan a través de todas las
fases de combustión hasta llegar al «pico del hierro» para agotar así toda la
energía potencial nuclear de que disponen. Las últimas fases de quemado
transcurre cada una más rápidamente que la anterior hasta llegar a la fusión
del silicio en hierro, que tiene lugar en una escala de días. El núcleo,
incapaz de generar más energía, no puede aguantar su propio peso ni el de la
masa que tiene por encima, por lo que colapsa. Durante la contracción
gravitatoria final se producen una serie de reacciones que fabrican multitud de
átomos más pesados que el hierro mediante procesos de captura de neutrones y de
protones. Dependiendo de la masa de ese núcleo inerte el remanente que quedará
será una estrella de neutrones o un agujero negro. Cuando el remanente inicial
sea una estrella de neutrones, una onda de choque se propagará por las capas
exteriores, las cuales saldrán rebotadas hacia fuera. Dichas capas reciben
además un excedente de energía de las reacciones nucleares producidas en el
último estertor de la estrella, buena parte de él en forma de neutrinos. La
conjunción de esos dos efectos da lugar a una supernova de colapso
gravitatorio.
En función de la
masa y de la metalicidad tenemos cuatro posibles destinos para las estrellas
masivas y muy masivas:
- Para la mayoría de las estrellas el
remanente inicial será una estrella de neutrones y se producirá una
supernova.
- Si la masa inicial de la estrella es
superior a unas 30 masas solares (el límite exacto depende de la
metalicidad), parte de las capas exteriores no podrán escapar a la
atracción gravitatoria de la estrella de neutrones y caerán sobre ésta
provocando un segundo colapso para formar un agujero negro como remanente
final. Este segundo colapso produce un brote de rayos gamma.
- En estrellas de masa superior a 40 MSol
y baja metalicidad el remanente inicial es un agujero negro, por lo que
las capas exteriores no podrían en principio rebotar contra él para producir
una supernova. No obstante, los modelos actuales no descartan que se pueda
producir una supernova débil, sobre todo si la velocidad de rotación de la
estrella es elevada. Este grupo de objetos también produce un brote de
rayos gamma.
- Para el infrecuente caso de
estrellas de muy baja metalicidad y masa entre 140 MSol y 260 MSol
existe una última posibilidad: una explosión de supernova producida por la
creación de pares electrón-positrón. En dicho caso la estrella se
desintegra por completo sin dejar un remanente.

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