En los diversos abrigos del monte de Valosandero, en Soria, paseo por los numerosos frisos prehistóricos pintados en las cuevas y abrigos hispanos, el toro , aislado o en grupos, campa por sus respetos, primero en el arte paleolítico, como animal sagrado y posteriormente en el arte levantino expresionista y dinámico, conformando escenas en las que el hombre se nos aparece frente a él en actitud de lidia, de lucha y de culto al toro entre otros.
Destacar la notable escena “el toro de hachos “encontrada en el Covachón del Puntal (Valonsadero).
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Representa la captura de un toro visto lateralmente en posición de
acometida, en el que destacan dos apéndices que pueden representar armas en
forma de hachas clavadas, a la altura de la cruz y sobre las ancas, frente a
un hombre que aguanta la embestida asido con una mano a las astas, mientras
con la otra maneja una especie de muleta alada como para dar salida al animal
en una faena de lidia.
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En cuanto a bóvidos se refiere, se estima que existían tres tipos:
- El de cuernos largos, en lira o media luna, y frente ancha.
- El de perfil frontal cóncavo y cuernos en gancho.
- El de cuernos en rueda.
Y es normal que existieran estas variedades en España, e incluso alguna más, por ser nuestra nación, zona de paso entre los Continentes y haber influencias tanto del Bos taurus primigénius (mayoritaria), como del Bos taurus brachycerus. Demostrado por las imágenes de la Cueva de Hoja, sita en Panes (Asturias).
B- Representaciones de toros entre varias figuras sin formar escenas con ellas.
C- Toros en grupo o en manada.
D-Toros en relación con figuras humanas.
D1- Juegos.
D2- Caza.
E- Representaciones simbólicas relacionadas con el toro.
E1- Escenas simbólicas.
E2- Figuras antropomórficas.
(En la columna de la derecha están representados algunas pinturas de los abrigos de Valonsadero)
: Cuevas del Prado del Navazo y Callejón del Plou, en Albarracín, con frisos de grandes toros a los que los naturales de la comarca llaman «Los toricos»


